Pink Floyd no habría sido lo mismo sin ti...

BBC/M.C.C.

No resaltó por ser el músico atormentado de la banda (Syd Barret), el genio conceptual (Roger Waters) y tampoco el agraciado con una voz conmovedora (David Gilmour). Richard Wright (28/07/1943 - 15/09/2008) fue un hombre que no acaparó luminarias, era el de los arreglos, esos detalles que hacen que una canción pase de ser un tema más a una obra magnífica. Su genio para ocupar el teclado Hammond o Fafisa fue determinante en la magnificencia de discos como Meddle o Dark Side of The Moon.

La psicodelia pertenecía a Barret en su cabeza y a Gilmour en su guitarra, pero el lado épico, esa sonoridad que hace sentir al oyente que está ante algo gigantesco, era de absoluta propiedad de Wrigth (y muchas veces también el del jazz).

El cáncer se llevo a Richard y también muchas de las opciones de ver a Pink Floyd reunido, y aunque lo hicieran, hay un hueco que es casi imposible de llenar. Por lo menos se fue en paz con Roger Waters después de su pelea en los '80.

De Youtube extraemos el siguiente video que muestra un lado distinto de Wright, minimalista si se quiere: "Love scene V. 4" de la película Zabriskie Point de Michelangelo Antonioni, un hermoso solo de piano, que si bien aparece todo Pink Floyd en los créditos, es claro quien lo compuso realmente.