3.2.08

Y QUE? !!!!


Por Patricio Salazar

El rock and roll siempre ha tenido algo de "outsider". A quienes nos fascina, generalmente ha sido por la rebeldía de su actitud, lo punzante de sus letras y la transgresión que los cuerpos manifiestan al expresarse bajo los sones de una guitarra en llamas, una batería demoledora o una voz endemoniada. Es ese pedacito de nosotros que aún se niega a entrar al sistema y que recordamos de vez en cuando, cada vez que apretamos "play" en nuestros equipos.
Es por eso que nos cuenta tanto aceptar a ciertos personajes que parecieran torcer estos conceptos y usar al rock como un instrumento para conseguir fama, y no que ésta sea consecuencia del arte propio. Actitudes de divo, papás zorrones caminando por las calles rodeados de chicas, adolescentes de 30 años sin nada más que decir que "Fuck You", "Bitch" o "Shit". Así se mató al Hip Hop en los 90 ( menos Rage Against The Machine, claro está) y el Rock pasa por esta crisis periódicamente.
¿Pero qué pasa cuando estamos concientes de todo lo anterior y aún así nos gusta un artista?. Estamos frente a lo que se denomina un "Placer Culpable". Son esos grupos o canciones que vacilamos en nuestras piezas, pero que negamos de forma rotunda frente a nuestro círculo más cercano. Esos acordes que sólo nosotros nos sabemos en guitarra, pero que jamás presumiremos ante nadie. Es ese silencio cómplice, mientras el resto despedaza esa tonada de 3 minutos que a nosotros nos despierta todas las mañanas.
En mi caso, Limp Bizkit provoca esas reacciones. Cuando tuve el disco "Significant Other" de 1999, pensé que estaba frente a una banda interesante. Objetivamente los músicos eran de un potencial tremendo. El bajista Sam Rivers era uno de los instrumentistas más cotizados de la generación Nu Metal, ganando variados premios en ese año. John Otto tenía un nervio en sus brazos que yo no escuchaba hacía tiempo y Wes Borland, el guitarrista de los ojos locos, aplicaba interesantes progresiones jazzisticas, tapping a dos manos y montones de riff "a la Pantera" al coctél rapero que le ofrecían sus colegas.
Para que hablar de Dj Lethal, si sólo basta con decir que la canción "Jump Around" es de su autoría, un grande por donde se le mire.
Sin embargo, el "gran pero" recaía en su vocalista. Sin entender mucho inglés, las melodías agresivas de "Break Stuff", de "Nookie" me resultaron atractivas. De ahí mi gran impacto al ver a un tipo lleno de tatuajes, vestido como rapero, con una gorra roja vueltas hacia atrás (moda que para "El Chino" Rios era cool... como 6 años antes eso si), que caminaba rimando con una parka inmensa en pleno verano Neoyorkino, seguido por un monton de mujeres, sin razón aparente.
Algo estaba mal. Jamás había visto una canción rockera con coreografía, como en el caso de Nookie. Yo pensaba que ese honor estaba reservado para obras como "La Macarena" o la onda Axé que la rompía por ese entonces. Yo sabía que debía alejarme de esta banda, pero no podía. Obviando la idiotez de Fred Durst, aún disfrutaba el muro de distorsión que el disco me ofrecía, y decidí aceptarlo a pesar de dilema moral que esto me presentaba.
Claramente no presumí mi decisión ante nadie. Para el populus mi gustos seguían por el camino de Led Zeppelin, Sabbath, Deep Purple, etc. Todos esos grandes pilares que me validaban como un auténtico rocker y que me permitían apaciguar la culpa que me carcomía. En mi casa no sonaba "Black Dog". De los parlantes salían las rimas pálidas de Durst, que usaban palabras como "Cookie" en un tono de agresividad inpensado para el concepto al que se apelaba. Dentro de mis cuatro paredes me daba lo mismo. Afuera, el cinísmo era mi ley.
Mi tortura duró apenas un año. Con la salida del disco "Chocolate Starfish and the Hot Dog Flavored Water", volví en razón. Era tan malo que tuve excusa para alejarme de Limp Bizkit. Además Borland había dejado la banda tras este trabajo. En mi distancia admití mi pecado frente a mis pares y pagué mis culpas. Ahora lo recuerdo entre risas... Aunque ese disco aún sigue en la estantería de mi pieza, esperando alguna recaída.