19.3.09

Una máquina perfecta

M.C.C.

Charly García es ampliamente reconocido por su carrera solista y Sui Generis. Pero en la vida artística del argentino hay otros proyectos tanto o más interesantes incluso. Es el caso de la banda que formó en 1976 y con la que sacó dos discos, La Máquina de Hacer Pájaros. En esta suerte de supergroup Charly exploró la virtuosidad técnica y compositiva en sus canciones. Por ello García se hizo rodear de gente a la altura del proyecto. Convocó al ex Pescado Rabioso Carlos Cutaía en los teclados, al guitarrista Gustavo Bazterrica, también a José Luis Fernández, fundador de la banda progresiva Crucis, y a Oscar Moro, quien había sido parte de Los Gatos, una de las agrupaciones seminales del rock argentino. En tanto Charly haría voces y teclados, siendo el hecho de tener un par de estos instrumentos en una misma banda algo bastante innovador.

Con claras influencias de rock británico (en especial Pink Floyd, Yes y Genesis), el sonido de este conjunto se alejaba del hippismo de Sui Generis para adentrarse en el rock progresivo con tintes sinfónicos (y algún dejo de hard rock a lo Deep Purple), un campo poco explorado incluso hasta el día de hoy en esta parte del mundo.
Las melodías extremadamente armoniosas y el cuidado trabajo vocal que son el sello característico en el trabajo de Charly García aquí se ve potenciado por la notable ejecución de los instrumentos y por la cantidad de arreglos, ya sea en la batería, teclados o guitarra, cada músico tiene su tiempo y espacio para hacer de las suyas. De ahí que el estándar de canción de 3 minutos no sea una constante en el disco, pues ciertamente limita la licencias creativas que abundan en el álbum.

En este trabajo es donde más se nota la capacidad del oído absoluto que tanto los músicos argentinos admiran de Charly, además de demostrar su virtuosidad como instrumentista, que siempre ha estado más bien escondida en sus trabajos más masivos.


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