1.11.06

Bienvenidos al Centro de Una Irrealidad


Cabezones es una banda atípica en el mundo del rock. Comenzaron por allá en el año '94 con una propuesta hardcore, tenían un sonido muy sucio y letras de evidente corte político-social. Lo cual explica en gran medida que se hayan acercado a Andrés Gimenez (líder de los disueltos A.N.I.M.A.L.) para que hiciera la mezcla y manejara el sonido de sus primeros Ep's. A decir verdad, en ese momento no eran mejor que ninguna banda promedio del estilo y no tenían cómo destacar en la fuerte escena rockera argentina.

Pero todo cambió cuando Zeta, el ex bajista de Soda Stereo, los llevó a firmar con la multinacional Sony y se encargó de la producción del disco Alas, debut comercial de la banda en el año 2000 (antes habían editado Electroshok, pero que en la actualidad no es reconocida como la primera placa oficial).

Fue en ese momento en que la banda comenzó a tener una sonoridad propia, dando un vuelco hacia el hard rock, con guitarras muy poderosas y riff pegajosos. Lo anterior, en contraste con la voz de César Andino, la cual es muy suave y melódica, casi púber, perfecta para alguna banda de emo-core.

Esa mezcla de fuerza y melodía se siguió desarrollando con el disco Eclipse (2003), el cual le permitió a la banda girar en México, y además, hacer más de 50 recitales en 2 meses en su natal Argentina. Es decir, su consolidación era clara.

Pero sería con su última placa, Jardín de Extremidad (2005), que darían un paso la maduración total de su sonido, lo cual también significó el reconocimiento absoluto de la crítica y del público. Algunos incluso catalogaron al álbum como el mejor de ese año en el país trasandino.

Y siendo honestos, no es para menos. El disco es una exquisita mezcla de poder, riff fuertes, y en algunos temas, baterías aceleradas, que están perfectamente matizadas con la voz de César Andino. Quizás en un principio la mezcla cuesta digerirla (a su servidor le ocurrió) pero después de un par de "escuchadas" las canciones empiezan a tener gusto y lógica.

Ésta última en todo orden, pues que la música sea fuerte, que las vocalizaciones sean ultra melódicas, y que las letras tengan una temática sentimental, todo aquello armoniza perfectamente. El disco es casi una obra conceptual, en cada canción se puede ver que se habla de alguien que ya no está ahí, y el proceso de asimilación que hay que hace a partir de aquello, tanto a nivel de sentimientos y reflexión.

Desde esa perspectiva, las letras, que en un principio pudieran parecer melosas y facilistas (qué más fácil que escribir una canción de amor) cobran valor, y son absolutamente justificadas.

Si juntamos todo lo anterior, y le sumamos los notables arreglos de cuerdas que hay en la placa, hacen que el disco sea absolutamente recomendable.

Aquí está el link para que puedan descargar el disco

http://www.sendspace.com/file/u4s026

Escuchen el programa en el podcast ladob.podomatic.com

No hay comentarios.: